El arqueólogo Julio Alberto Cotom Nimatuj dictó una conferencia en el Museo de Arqueología y Etnología de la ciudad de Guatemala, el pasado 6 de octubre, en la cual discutió el grave problema que existe en los saqueos arqueológicos.
Según el Arqueólogo, el saqueo es un problema que se ha dado a lo largo de la historia de la humanidad. En nuestro país, la vasta riqueza y producción artística de la cultura Maya, les ha convertido en un blanco predilecto de los saqueadores, ya que las obras de arte prehispánicas son muy cotizadas por coleccionistas en el mercado negro.
Cotom, licenciado en Arqueología por la Universidad de San Carlos, plantea que estos robos continuos no solamente contribuyen a la pérdida del patrimonio arqueológico nacional; otro de los problemas que surge de estas actividades ilícitas, es el daño provocado a la arquitectura.
Los investigadores deben documentar y registrar los saqueos en cada sitio arqueológico, para determinar si los sitios a estudiar presentan algún peligro estructural, con esta documentación divulgan los daños causados por los saqueos y los análisis del material que han podido recuperar.
El Licenciado Cotom, participó en el Programa de Reconocimiento y Mapeo Regional, formado en 2004 y enfocado en la Zona cultural y natural Cuenca Mirador. Esta importante zona arqueológica está ubicada entre los municipios de San Andrés y San José al norte del Petén, y está compuesta por un área aproximada de más de 2,000 km2.
El Programa ha registrado hasta la fecha, un alarmante total de 10,140 depredaciones en saqueos a 43 sitios; son pocos los asentamientos pre clásicos donde, después de documentar un saqueo, se haya podido recuperar material cerámico.
Uno de los tesoros más codiciados por los saqueadores, son los restos óseos encontrados en los entierros, al ser su precio muy elevado en el mercado negro. A pesar de esto, los investigadores han podido recuperar restos que han permitido establecer perfiles biológicos de los ocupantes y en algunos casos, determinar la forma y tradición de enterramiento.
“Lamentablemente este problema afecta no solo a Cuenca Mirador, sino a todo patrimonio cultural que posea objetos “exóticos” y “sofisticados” los cuales son un atractivo para realizar este tipo de acto vandálico”, concluyó el Arqueólogo.