19 de Noviembre 2016/ Por una nueva masculinidad.
I
El hombre que me ame deberá saber descorrer
las cortinas de la piel, encontrar la profundidad
de mis ojos y conocer lo que anida en mí, la
golondrina transparente de la ternura.
II
El hombre que me ame no querrá poseerme
como una mercancía, ni exhibirme como un
trofeo de caza, sabrá estar a mi lado con el
mismo amor con que yo estaré al lado suyo.
III
El amor del hombre que me ame será fuerte
como los árboles del ceibo, protector y seguro
como ellos, limpio como una mañana de
IV
El hombre que me ame no dudará en mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo, respetará la
tristeza, el silencio y con caricias tocará mi
vientre como guitarra, para que brote música y
alegría desde el fondo de mi cuerpo.
V
El hombre que me ame podrá encontrar en mí
la hamaca para descansar el pesado fardo de
sus preocupaciones, la amiga con quien
compartir sus íntimos secretos, el lago donde
flotar sin miedo de que el ansia del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.
VI
El hombre que me ame hará poesía con su vida,
construyendo cada día con la mirada puesta en
el futuro…
…El amor de mi hombre no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo, será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado las
debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.