El pasado viernes 27 la basílica del Señor de Esquipulas en Chiquimula, fue el escenario para el segundo concierto de la Orquesta de Niños del Trifinio.
Con un repertorio que unió a las tres naciones a través de la música como lenguaje universal, los integrantes de la orquesta el Trifinio deleitaron a nacionales y extranjeros quienes desde horas de la tarde los esperaban afuera del templo.
La Basílica del Señor de Esquipulas se llenó de música y emoción, cuando la orquesta comenzó a interpretar obras de reconocidos compositores guatemaltecos y salvadoreños.
El maestro Jorge Oliva de Panamá, abrió la primera parte del concierto con el vals “Bajo el almendro”, del compositor salvadoreño David Grandadino. Esta pieza es considerada el himno del municipio de Santa Ana.
Al repertorio salvadoreño se sumaron otras obras como “Maquilishuat bajo la luna” de Lydia Villavicencio, “Dios Unión y Libertad” de Domingo Santos, “El xuc”, de Francisco Palaviccinni”. Para finalizar la primera parte, la Orquesta de niños del trifinio interpretó “Los hijos de Sánchez” del compositor estadounidense, Chuck Mangione.
Para continuar con el programa, y bajo la dirección del maestro Marvin Ardany López de Guatemala, la agrupación artística abrió la segunda parte del concierto acompañando a Robert Pérez, el solista en marimba con “Sonatina 2”, de Muzio Clementti. La brillante interpretación de Robert, de tan solo siete años provocó la ovación del público.
Otras obras como, “Soy de Zacapa de José Ernesto Monzón y el quinto movimiento de “La despedida”, un son típico de Benigno Mejía Cruz, fueron incluidas en el reportorio de música guatemalteca.
Como un regalo de la temporada navideña, la orquesta interpretó “Festival Navideño” de Leroy Anderson.
Claudia de Melville, viceministra de Cultura durante su intervención, agradeció, a los colaboradores del Ministerio de Cultura y Deportes que se sumaron al proyecto, también felicitó a los niños y jóvenes de la orquesta por el esfuerzo y horas de estudio dedicadas a cada obra interpretada.
De Melville indicó: “Uno de los grandes aportes de la cultura y el arte es que no conoce de fronteras, que va más allá de un país, pero que une, como un gran puente, las culturas de los pueblos y sus expresiones artísticas, y mucho más, cuando el talento desborda de la infancia de las naciones”.
El abad de la Basílica de Esquipulas, Héctor Sosa Paz se manifestó con un mensaje de exhortación y felicitación para la agrupación musical, además destacó que era la primera vez que se realizaba un evento de tan alto nivel artístico en el interior de la Basílica.
La coordinación del concierto estuvo a cargo del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala con el apoyo de la Municipalidad de Esquipulas, bajo el auspicio de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), y el convenio marco de cooperación entre SECULTURA y Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), a través del programa IBERORQUESTAS Juveniles.