Este día, se está realizando la entrega del premio Pawajtun 2013, como una muestra de reconocimiento y dignificación al trabajo creador y artístico de los artesanos y artesanas de Guatemala, el cual otorga el Ministerio de Cultura y Deportes -MCD- anualmente, desde el año 2008, fecha en la que se instituyó dicho galardón, a través del Acuerdo Ministerial 448-2008.
En la Constitución se establece que es deber del estado proteger el patrimonio Cultural de la Nación y las artesanías constituyen parte de la cultura tradicional y popular, siendo un poderoso medio de acercamiento entre los pueblos y grupos sociales existentes, así como la afirmación de su identidad.
El MCD por medio de la Unidad de Artesanías, es el encargado de impulsar diferentes expresiones culturales, reconocer y revalorizar el trabajo de los artesanos y artesanas, por medio de la apertura de nuevos mercados, reconocimiento al trabajo artesanal, intercambios culturales a nivel regional, nacional e internacional, dando a conocer la riqueza cultural de nuestro país.
El premio consiste en una estatuilla del personaje Pawajtun, tallado en madera o piedra, así como la entrega de Q 12 mil 500 quetzales a cada ganadora, con el objetivo de incentivar, impulsar, estimular y promover el desarrollo de las diferentes ramas artesanales guatemaltecas.
¿Quién era Pawajtun?
Dentro de los múltiples personajes de la cultura Maya existió Pawajtun, quien promovió el liderazgo a los artesanos y escribanos de su época, por lo que se consideró establecer una distinción que lleve su nombre, como un reconocimiento a personas individuales y jurídicas, que se hayan distinguido como hacedores, creadores, promotores y defensores de las artesanías.
Sobre las dos ganadoras 2013
Tomasa Santos Vicente, Maya Poqomam, de Palín, Escuintla. Lleva 38 años dedicándose a tejer en telar de cintura, prendas como güipiles ceremoniales, toallas ceremoniales, recuerdos y reconocimientos colgantes, centros de mesa y manteles, entre otros.
Vicenta Canel, kaqchikel originaria de Sumpango, Sacatepéquez, pertenece desde hace 7 años a la Cooperativa de Mujeres Cuatro Pinos, de Santiago, Sacatepéquez. Además de dedicarse a la producción de hortalizas y mini vegetales, también teje güipiles, fajas, bolsas típicas y enseña a sus hijas. La venta de los tejidos es un complemento al ingreso familiar, comentó.