Con temas musicales que describen las bellezas y características de las distintas poblaciones del país, José Ernesto Monzón Reyna aseguró su permanencia en la memoria colectiva de los guatemaltecos. Reconocido como “Cantor del Paisaje”, Monzón Reyna cumpliría 100 años el 31 de diciembre de 2017. Precisamente, por ello, el Ministerio de Cultura y Deportes declaró este, como el Año de Conmemoración del Centenario del Maestro José Ernesto Monzón Reyna y realizó diversas acciones que motivaron el reconocimiento de la población hacia su prolífica obra.
El 4 de enero se entregó a la familia del artista la copia del Acuerdo Ministerial 1128-2016, por medio del cual se realizó la declaratoria. El 17 de enero se inauguró una exposición con piezas tanto de Monzón, como de Miguel Ángel Asturias, en el Pasaje Sexta del Palacio Nacional de la Cultura.
Del 11 al 14 de mayo, en Huehuetenango, se celebró el Festival de las Culturas y el Deporte en honor al “Cantor del Paisaje”. Algunas de las presentaciones se celebraron en Todos Santos Cuchumatán, lugar de nacimiento del autor. El 11 de septiembre la Gran Gala de Independencia fue dedicada tanto a Monzón como a Asturias. En esa ocasión se entregaron reconocimientos a las familias de ambos artistas.
El 4 de octubre el Aporte para la Descentralización de la Cultura (Adesca) que es financiada por la cartera de Cultura y Deportes, se unió a la Asociación Danta en la organización de un espectáculo de homenaje a José Ernesto Monzón y en beneficio de distintas comunidades.
Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango fue la población en la que nació el insigne compositor, el 31 de diciembre de 2017. La música siempre estuvo presente en su vida, gracias a sus padres. Don Aparicio Monzón Hidalgo era un tenedor de libros aficionado a tocar guitarra, mientras que doña Rosario Reyna Cifuentes era maestra de piano.
Al crecer “Neto” como era conocido por sus amigos, se vio atraído tanto por las ciencias, la docencia y la música. Durante 18 años ejerció como catedrático de matemática, contabilidad y literatura. Pero las notas musicales eran sin duda su forma de expresión y no tardó mucho en dar muestras de ingenio. A los 20 años se dio a conocer con el tema “El Todosantero” (Río Limón), con el que rindió tributo a su lugar de origen.
El número exacto de sus composiciones no se conoce, pero se ubica entre las 200 y 300. Su inspiración principal fue Guatemala. Él sabía descubrirla al observar sus paisajes, platicar con sus más diversos pobladores y por supuesto analizar sus realidades. Dedicó sus poemas hechos canción a diversas poblaciones del país, pero también a algunos países vecinos.
Entre sus más sonados éxitos se cuentan “La Sanjuanerita” (1939), “Canto a mi Guatemala” (1944), “Otra vez (1947), “Milagroso Señor de Esquipulas” (1948), “Livingston” (1950) “El día de tu santo” o “Mañanitas guatemaltecas” (1955), “Volcán de Pacaya” (1955), “Puerto de San José” (1955) y “Soy de Zacapa” (1957). Acerca de esta última se cuenta que estuvo a punto de ser grabada por Pedro Infante, sin embargo, la repentina muerte del intérprete mexicano frustró el proyecto. La canción sí fue grabada por el famoso Mariachi Vargas de Tecalitlán y en España, por la orquesta del maestro Alfonso Agulló.
Una faceta poco conocida del autor fue la de miembro de la Asociación de Cronistas Deportivos durante 20 años. Acompañó a delegaciones deportivas, en calidad de delegado de prensa, por toda el área centroamericana. También prestó sus servicios como investigador de literatura folclórica y auxiliar de actividades culturales en la Universidad de San Carlos de Guatemala.
José Ernesto Monzón murió el 24 de septiembre de 2003 a causa de una afección cardíaca. Sus honras fúnebres duraron tres días. Se le brindaron homenajes en el Paraninfo Universitario y sus restos fueron trasladados en una caravana de vehículos durante más de ocho horas. Al pasar por algunas poblaciones, la gente lanzaba flores e incluso algunos le cantaban sus composiciones.
Al dedicar un año para la conmemoración del centenario del nacimiento de José Ernesto Monzón, el Ministerio de Cultura y Deportes promueve la difusión de su obra y realza su valor como difusor de los valores de los guatemaltecos.