Más allá de los deliciosos sabores que fusionan los tamales que se degustan durante la Nochebuena, hay en ellos mucho de historia y tradición por conocer. Miguel Alfredo Álvarez Arévalo, Director del Museo Nacional de Historia, ilustra acerca del origen y significado de este alimento, que acompaña momentos significativos de los guatemaltecos.
Álvarez explica que Guatemala se encuentra en la región de Mesoamérica, en donde se tienen elementos culturales en común. Indica que la palabra tamal es de origen Náhuatl y significa “envuelto”. Aunque este tipo de preparaciones también se consumen en países como Venezuela, Cuba y República Dominicana, en esos lugares reciben otros nombres.
En cuanto a los tamales guatemaltecos, el historiador afirma que poseen ingredientes prehispánicos como el maíz, hojas de maxán y las de plátano. Sin embargo, a partir de 1524 empiezan a incorporarse otros elementos, traídos de Europa como las aceitunas. El mestizaje da como resultado un alimento con base de maíz, con una salsa (llamada recado) de tomate, chile guaque, chile pasa, pepitoria y ajonjolí, el cual tiene como proteína una carne, que normalmente es cerdo o pollo.
El recado de los tamales negros tiene además, chocolate, canela y azúcar. La masa también se prepara con azúcar y entre los ingredientes que lo matizan se encuentran las pasas, almendras y ciruelas pasas. “Dimos y recibimos elementos. Lo importante es que llegamos a un punto de encuentro cultural”, asegura Álvarez al hablar de la fusión que queda manifiesta en el tamal.
Además, de estos, que son los tamales tradicionales, Álvarez menciona que hay una gran variedad de este tipo de recetas, que incluyen los paches quetzaltecos, los chuchitos, los tamalitos de elote y los tayuyos que contienen frijoles.
El historiador destaca la importancia de que los guatemaltecos mantengan su tradición gastronómica. “Si hay algo importante para conocer a un pueblo es la gastronomía. Eso nos permite adentrarnos en su historia y rendir pleitesía a las bondades de la tierra, sus aromas, sus colores y sobre todo sus sabores”.
El Ministerio de Cultura y Deportes hace votos porque los guatemaltecos se mantengan fieles a las tradiciones culinarias, que enlazan a generaciones y fortalecen la identidad.