TEATRO MUNICIPAL DE QUETZALTENANGO

SOBRE EL TEATRO MUNICIPAL

Inició su construcción el 14 de septiembre de 1891 y finalizó el 19 de julio de 1894, es de estilo Neoclásico y la obra fue encargada a la compañía constructora Durini&Felice y Joaquín Rigalt, habiéndose escogido para apadrinar el acto al señor General Presidente don José María Reyna Barrios, quien se hizo representar por una comisión.

Posee el área de luneta y palcos: 20 bajos y 20 altos, galería (que en la actualidad no está abierta al público por seguridad), en su totalidad está capacitado para albergar 1050 personas, así como en el segundo nivel un Foyer (espacio para realizar recepciones o actividades privadas), un escenario que tiene un sistema de acústica especial ya que debajo del mismo hay un tanque con agua para que sirva de resonancia, camerinos en el primero y segundo nivel a los lados del escenario y una puerta detrás del mismo, que da al jardín exterior.

Está hecho de pino, cedro, conacaste, hierro, piedras volcánicas y cemento.  En el frente posee un conjunto de columnas jónicas, talladas por el artista quezalteco Agatón Boj en el año de 1908 y  luego tuvo un reforzamiento total de las mismas y del interior, inaugurado en el mes de septiembre de 1944, luego una más en el año 1995, en ese entonces la restauración estuvo en manos de la arquitecta Esmirna Barrientos y Ezequiel de Paz. 

En los jardines del frente encontramos las estatuas de los dioses griegos, Cronos y Artemisa o Diana así como el busto del poeta Osmundo Arriola, primer galardonado de los juegos Florales de la ciudad, los bustos del compositor Jesús Castillo y de Alberto Vásquez; y un Monumento a la Primera Reina indígena local.

Desde que se fundó han habido presentaciones de operetas, zarzuelas, obras teatrales, conciertos, danzas clásicas, folklóricas; entre otras muchas, su primer director fue don Daniel Armas L.

Protección

Por su alto valor patrimonial se encuentra resguardado por la Ley para la Protección del Patrimonio Cultural y Natural de la Nación decreto 26-97 además, en el año 2021 se protege con el Escudo Azul de la Convención de la Haya.

CONVENCIÓN DE LA HAYA Y EL ESCUDO AZUL
La Convención para la Protección de los Bienes Culturales en Caso de Conflicto Armado, nace en La Haya (Países Bajos) en el año de 1954, a raíz de la destrucción masiva del patrimonio cultural durante la Segunda Guerra Mundial. Es el primer Tratado internacional con vocación mundial dedicado a la protección del patrimonio cultural en caso de conflicto armado

Para la UNESCO la conservación del patrimonio cultural representa una gran importancia para todos los pueblos del mundo y conviene que ese patrimonio tenga una protección internacional. Como parte de la convención la protección contempla tanto el inventario y registro de los bienes patrimoniales, identificación con el emblema del Escudo Azul de edificios o colecciones relevantes, identificación de refugios, sanciones y otras actividades para la protección de los bienes. 

La convención, de la cual Guatemala es parte, contempla:

  • Abstenerse a exponer mediante el uso de los bienes patrimoniales, sus sistemas de protección y sus proximidades inmediatas para fines que pudieran ocasionar una posible destrucción o deterioro en caso de conflicto armado.
  • No causar cualquier acto de hostilidad respecto a los bienes patrimoniales identificados.

Finalmente, la convención solicita en tiempos de paz adoptar las siguientes medidas de salvaguardia:

  • Preparación de inventarios
  • Planificación de medidas de emergencia para la protección contra incendios o el derrumbamiento de estructuras.
  • Preparación del traslado o protección adecuada en el sitio de bienes muebles
  • Designación de autoridades para la salvaguardia de los bienes culturales.

Participantes del proyecto