Por la importancia y relevancia de su labor en la historia del país, cada 21 de agosto se celebra en Guatemala el Día del Arqueólogo. Este reconocimiento se da a través del Acuerdo Ministerial 003-2012, emitido por el Ministerio de Cultura y Deportes (MDC).
Originada por aventureros exploradores, la arqueología, es una profesión que nos ha contado los tres mil años de riqueza cultural del país. Además, ayuda a comprender entornos naturales y como las sociedades del pasado se han adaptado al presente.
Desde 1975 inició en Guatemala la formación profesional con la inauguración de la carrera de Arqueología en la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala. En 1982 la Universidad del Valle de Guatemala fundó la misma licenciatura.
Sus aportes son innumerables, pero es preciso conocer el trabajo de algunas arqueólogas en el país.
Vilma Fialko
Arqueóloga con 40 años de experiencia ha laborado en el Instituto de Antropología e Historia (IDAEH), actualmente pasa 22 días al mes en la selva de Petén trabajando en el proyecto de Naranjo-Sa’al.
El interés por la carrera de antropología surgió desde su primera infancia. “Mis padres me enseñaron a leer y a escribir antes de entrar a un colegio, los textos que usaban eran libros del antiguo Egipto, de Israel, ahí empezaron mis primeros acercamientos con las primeras civilizaciones”, explicó Fialko.
Con un récord de 52 investigaciones publicadas a través de diferentes artículos científicos, afirma estar fascinada con las investigaciones que está realizando en Naranjo-Sa’al.
Lilian Corzo
Arqueóloga egresada de la Universidad de Sal Carlos de Guatemala, su interés por está carrera inició en la escuela primaria cuando estudió las civilizaciones antiguas. Durante 28 años se ha desempeñado en varios escenarios de la profesión. Actualmente trabaja en el Atlas Arqueológico, departamento del IDAEH que tiene como objetivo general hacer el inventario de todos los sitios arqueológicos del país.
Jenny Guerra Ruiz
Desde niña recuerda haber visto la historia de los Mayas en Guatemala. Cuando tuvo la oportunidad decidió aventurarse en esa carrera donde se desempeñó como arqueóloga de superficie. El mundo de la arqueología le permitió tener acercamiento con el mundo de los museos, por lo tanto, actualmente se desempeña como gestor patrimonial.
Agradecemos a los arqueólogos, ya que reconocemos que sus investigaciones, excavaciones y la interpretación meticulosa, es lo que nos permite hoy entender cómo se relaciona la historia de las sociedades.