A cinco años de su fallecimiento, el creador del Centro Cultural “Miguel Ángel Asturias” es fuente de inspiración para otros artistas. Así lo probaron quienes participaron en el V Encuentro Artístico con Efraín Recinos, que el Ministerio de Cultura y Deportes, por medio de ese complejo cultural, le ofreció el sábado 1 de octubre.
Las actividades conmemorativas se iniciaron con la conferencia “El extraterrestre”, que dictó el artista gráfico José “Pepo” Toledo. Por medio de ésta, los asistentes tuvieron la oportunidad de cimentar sus conocimientos acerca de las obras de Recinos, pero sobre todo, adentrarse en el universo del artista, que falleció el 2 de octubre de 2011.
Toledo realzó tanto la genialidad de Recinos, que abarcó disciplinas diversas, como su personalidad. “Ingeniero, urbanista, pintor, escultor, muralista, escenógrafo, ajedrecista, además de conocedor de música, cine y letras. Fue corredor olímpico, profesor de matemáticas, construcción y arquitectura”, detalló Toledo. “Irradiaba cordialidad, nunca hablaba mal de nadie y su modestia le impedía ser crítico de arte. Rehusaba jugar ajedrez para no derrotar a su contrincante. Era solitario y tenía una memoria prodigiosa”, indicó el artista.
Luego de esta reseña, el Viceministro de Cultura y Deportes, Maximiliano Araujo destacó la importancia de que los guatemaltecos conozcan la magnitud de la obra y alcance intelectual de Recinos. Señaló: “Cada obra de Efraín Recinos tiene un significado, tiene un sentido. Él vive todavía en nuestro corazón y va a seguir viviendo mientras los que lo recordamos valoremos su obra”.
Álvaro Véliz, Director del Centro Cultural “Miguel Ángel Asturias” comentó que Recinos era, además de un “Hombre del Renacimiento”, un constructor de utopías porque dijo: “quería un mundo diferente al que vivimos”.
Luego de que tanto los funcionarios del Ministerio de Cultura y Deportes como su familia colocaran ofrendas florales a los pies de su escultura, en la Plaza Central, del complejo, se procedió a la inauguración del Taller Museo Efraín Recinos. Este espacio, en el que el Maestro trabajó los últimos 15 años de su vida, podrá ser visitado a partir de ahora, de lunes a viernes de 9 a 17 horas.
Su hija, la arquitecta Lorena Recinos, explicó que, al morir su padre, la familia propuso dejar el espacio como un área para que el público pudiera apreciar su “desorden ordenado”. Agradeció especialmente al Ministerio de Cultura y al Centro Cultural “Miguel Ángel Asturias” por acoger la idea y junto a la Asociación Efraín Recinos emprender el trabajo de convertir el espacio en un museo de sitio. Lorena también agradeció a la empresa “Multividrios” por donar vitrinas y anclajes, a la Embajada de Corea por pantallas y a la galería “Ana Lucía Gómez” por una fotografía que se ubicó al ingreso del museo.
Por la tarde, la conmemoración se convirtió en una fiesta artística. Bajo la conducción de Carlos de Triana y Heidi Sandoval Ruiz, el espectáculo, que se presentó en la Gran Sala “Efraín Recinos” fue variado. El Viceministro Araujo reiteró su admiración por el creador y su obra. Luego, el Ballet Nacional de Guatemala subió al escenario para interpretar el “Pas de Six” de la obra “Esmeralda”.
Más adelante, niños y jóvenes exalumnos de la Escuela de Música de San Juan Sacatepéquez, “Elías Jiménez” del Ministerio de Cultura y Deportes, se presentaron como integrantes de “Chapimarimba”. A ellos le siguió la Marimba de Concierto de Bellas Artes, que ofreció un programa con temas de películas y series para celebrar el Día del Niño.
Después de que el Director del Centro Cultural brindara un encomio a Efraín Recinos, se presentó el grupo de danza contemporánea “Amadanza”. Más adelante, llegaron el Coro Nacional de Guatemala y la soprano Ana Rosa Orozco.
El Grupo de Proyección Folclórica “Zoel Valdés” fue el encargado de matizar con tradiciones la tardeada, antes de que los integrantes de “Canto Bohemio” interpretaran temas originales, entre los que se contó con una canción homenaje a Efraín Recinos.
Al rendir tributo a Efraín Recinos, el Ministerio de Cultura y Deportes promueve el reconocimiento a uno de los más importantes valores del arte de Guatemala y contribuye con la difusión del conocimiento de su obra entre las nuevas generaciones.