El proceso de restauración del vitral «Epístola a Guatemala» finalizó luego de cinco meses de trabajo a cargo del Departamento de Restauración de Vitrales del Palacio Nacional de la Cultura.
Como parte de su responsabilidad el Ministerio de Cultura y Deportes (MCD), a través del Viceministerio de Patrimonio Cultural y Natural, se encargó de garantizar que los trabajos de restauración fueran los adecuados.
Por el estado de la pieza, de los 16 paneles que lo forman, ocho necesitaron un mantenimiento preventivo. Los demás necesitaron una restauración completa, que requirió desmontar cada pieza para realizar la ficha de registro junto con la toma de las fotografías.
Los restauradores elaboraron nuevamente las piezas que tenían daños mayores. A las piezas con un daño menos significativo se les cambió bandas de plomo deterioradas.
Algunas de las piezas del vitral llevan un proceso de grabado con ácido venenoso, esto se debe a que hay cristales que poseen dos colores, provocando un desgaste de la capa de color que deja expuesto el otro.
Para la pintura de los vidrios se usaron brochas especiales de pelo Tejón o Mapache, así como pintura grisalla compuesta de óxidos minerales y plomo que fue aplicada a las piezas. Posteriormente fueron pasadas por fuego durante de cinco horas. Al día siguiente de esta fase de restauración fueron retiradas del horno y se procedió a dar una segunda capa de pintura para finalizar.
Las piezas nuevas y restauradas fueron colocadas en cada panel donde se encuadraron con las medidas exactas del marco de hierro. En esta fase se soldó cada unión de los plomos con estaño por ambos lados.
El plomo fue colocado formando caracoles que sirven como sujetadores que se adhieren al marco de hierro, y se colocó una masilla para consolidar cada pieza.
La restauración dirigida y realizada por Esmeralda Gallardo contó con la colaboración de la asistente Karla Sierra y el apoyo de Carlos Fuentes. Este proceso inició el 22 de abril de 2021 concluyó el 25 de agosto pasado, tiempo récord considerando el mayor daño y elaboración en las piezas de vidrio.
Todo el marco de hierro necesitó mantenimiento. Este consistió en limpiarlo con lija para pintarlo de nuevo.
Luego cada panel fue colocado en una bandeja especial de madera y se procedió a colocar en el espacio correspondiente. En esta etapa se amarro y se colocó mastic dentro y fuera del contorno para evitar filtraciones de agua y obtener un mejor refuerzo.
Los vitrales del Palacio Nacional de la Cultura sufrieron daños por un carro bomba en el año 1980. Su onda expansiva destruyo el 80% y algunos en su totalidad.
Este vitral fue realizado por el maestro vitralista Julio Urruela Vásquez en 1945. La técnica es Vitral Clásico, que consiste en vidrio Antique, Grisallas, ácidos y bandas de plomo al 100% en forma de H. Su dimensión es de 3.20 x 3 metros.
Este pieza ubicada en el Pasaje Sexta del Palacio Nacional de la Cultura está dividida en 16 paneles y representa la escena de los típicos mercados guatemaltecos. Destacan mujeres con sus trajes regionales y canastos llenos de frutas. En su parte inferior está escrito el texto «Así abundan las anonas, las piñas, la pitahayas y demás sabrosas frutas. ¡Quién las comiera! Malhaya», que es un fragmento de un verso de Francisco Rivera Maestre.
Con estas acciones el Ministerio de Cultura y Deportes reafirma su compromiso de conservar, proteger y preservas los bienes patrimoniales que hacen de Guatemala un país con más de tres mil años de riqueza cultural.