Como parte de las expresiones culturales de la Cuaresma, la imagen de Jesús Nazareno de los Milagros del Santuario Arquidiocesano de San José (13 avenida 4-87, zona 1), saldrá en procesión el jueves 15 de febrero. El Ministerio de Cultura y Deportes se une a esta celebración religiosa católica que forma parte del preámbulo de la Semana Santa, que fue declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, en 2008.
Finalizada la misa, el jueves posterior al Miércoles de Ceniza a las 15 horas se apagarán las luces del templo, se alzará el anda de la consagrada imagen de Jesús de los Milagros y con el toque del clarín, iniciará la solemne procesión a cuyo paso se dejará escuchar el redoblante que marca el avance del cortejo.
Esta que es llamada tradicionalmente “Procesión del Silencio” es referente del inicio de la Cuaresma. En la actualidad realiza un recorrido de nueve horas, durante los cuales 3,816 cargadores llevan el anda de 72 brazos por 53 cuadras del Centro Histórico de la ciudad de Guatemala.
A las 15 horas sale de su templo. A las 16:15 transitará por el Parque Colón y a las 17:40 por el Palacio Nacional de la Cultura. A las 18:45 pasará frente a la iglesia Santa Teresa y a las 22:20 por la Parroquia de Nuestra Señora de Candelaria. Su ingreso está previsto para las 24 horas.
Doménica Castillo historiadora del Instituto de Antropología e Historia (IDAEH), del Ministerio de Cultura y Deportes señala que la imagen es de talla única en su género, poseedora de rasgos faciales anatómicamente perfectos. Se destacan en esta obra escultórica su cuello, las manos y los pies. La experta añade que sus ojos encarnados en la misma madera son desiguales y asimétricos, pero no por eso deben ser considerados defectuosos, sino todo lo contrario, pues permiten que la mirada de la imagen permanezca fija y viva, al ser observada desde cualquier ángulo. De acuerdo con la historiadora, quien la esculpió tenía un vasto conocimiento antropométrico y un gran dominio del encarnado.
Añade Castillo, que el Cristo de los Milagros fue elaborado en madera de cedro y vidrio en 1736 y donado, ese mismo año al Santuario Arquidiocesano de San José por Antonio de la Paz, vecino de esta capital, con la condición de que se formara una hermandad.
El Ministerio de Cultura y Deportes se une al fervor y la tradición de las celebraciones cuaresmales propias de nuestro país.