Cuando se habla de música escrita para marimba, una de las primeras piezas que aparece en la memoria de los guatemaltecos es el “Ferrocarril de los altos”. Este pegajoso “fox-trot” mantiene vigente a su autor Domingo Bethancourt, quien nació en la ciudad de Quetzaltenango, el 20 de diciembre de 1906.
El padre de Domingo era Román Bethancourt, propietario de la “Marimba dos de octubre”. A los cinco años el pequeño “Mingo” como era llamado por su familia, se auxiliaba con un cajón para alcanzar las teclas del instrumento. A los siete años se integró al grupo marimbístico que acompañaba las funciones de cine mudo que se proyectaban en el Pasaje Enríquez, de Quetzaltenango.
Su papá lo llevó a la capital, en donde ofrecieron funciones en el Teatro Excelsior e incluso acompañaron las funciones del cine particular del presidente Manuel Estrada Cabrera. La familia volvió a Quetzaltenango luego de los terremotos de 1917 y 1918, con el propósito de que Domingo prosiguiera sus estudios, pero estos no eran sus planes. Se escapaba cada vez que podía para actuar con distintas agrupaciones marimbísticas en los teatros Zarco y Prometeo.
En 1922, vuelve a trasladarse a la capital, junto a sus primos Higinio y Benedicto Ovalle Bethancourt. Junto a ellos trabaja en el teatro Capitol, en donde alternaron con las mejores marimbas. De ahí, parte en una gira en la que Domingo actuaba como solista y líder de la agrupación conocida como “Liga Ovalle Bethancourt”.
El próximo paso artístico de Domingo Bethancourt fue la fundación de su propio conjunto, la “Marimba Ideal”, que amenizaba la programación de la radio “Morse”, durante 12 años. Más adelante, se integró al conjunto oficial de la Quinta Zona Militar que tomó el nombre de “La Voz de los Altos”, junto a esta marimba viajó a Cuba y Estados Unidos.
Como compositor, Domingo Bethancourt se inició en 1922 con el tango “Eterno amor”. Luego dedicó sus obras a temas variados como el amor, las mujeres y el paisaje. Su más famoso tema lo estrenó en 1929, para la inauguración del “Ferrocarril de los Altos”.
Otros temas del autor son “Aguacatán”, “Brisas del Salamá”, “Cacique Dormido”, “Callecita de los Alamos”, “Clavel en Botón”, “Don Quijote”, “María Elena”, “Verónica” y “Xelajú de mis recuerdos”. Bethancourt murió en su tierra natal, el 29 de febrero de 1980.
El Ministerio de Cultura y Deporte rinde un constante homenaje a la memoria y al legado musical de Domingo Bethancourt, por medio de sus instituciones artísticas, las cuales están inmersas en sus repertorios.